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Valoraciones y resultado de las encuestas del relato «Atrapada en el tiempo»

Alrededor de doscientos cincuenta lectores de edades comprendidas entre los 13 y 15 años han leído Atrapada en el tiempo en el curso escolar 2022-2023.

Atrapada en el tiempo

El tópico literario carpe diem (literalmente «agarra el día») ha sido un recurso frecuente en la literatura universal. Un mensaje para avisarnos de que el tiempo es efímero y que hemos de aprovechar cada momento.

En el Renacimiento aparecen obras literarias y pictóricas que rescatan la idea latina de la brevedad del tiempo, un concepto latente en los tópicos literarios hasta la actualidad.

Pero Atrapada en el tiempo se nutre de la idea original que propuso el escritor romano Horacio (Venosa, 65 a.C. – Roma, 8 a.C), principal poeta lírico y satírico en lengua latina: «CARPE DIEM QUAM MINIMUM CREDULA POSTERO».

En esencia, la traducción literal hemos de entenderla como «cosecha el día» o «recoge el fruto del día», una metáfora donde los frutos son las oportunidades que debemos recolectar en el momento exacto de maduración, ni antes ni después.

Un ejemplo en nuestra poesía es el célebre Soneto XXIII de Garcilaso de la Vega, cuyos tercetos finales son una exhortación a cosechar los frutos (aprovechar la belleza) antes de que llegue el tiempo invernal (el paso del tiempo):

En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro rostro
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende el corazón y lo refrena;

y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena;

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado.
Todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.

Atrapada en el tiempo redunda en esta idea desde una perspectiva contemporánea, pues toma como ejemplo una protagonista adolescente, de la misma edad que el público objetivo; una adolescente que presenta varios conflictos vitales.

Alba puede ser feliz, pero vive en un círculo de desidia, pereza y desinterés que bloquea la capacidad de aprovechar los aspectos positivos de la vida, lo que el autor denomina en la obra «los detalles».

La fórmula que utiliza el escritor es someterla a un proceso de «día repetido»: Alba se despertará el mismo 5 de octubre continuamente.

Después de dos semanas y media atrapada en el mismo día, Alba tendrá tiempo para analizar su conflicto, entenderlo y aprender a controlar «los detalles» que la ayuden a evolucionar a través del relato.

Las cuestiones planteadas a los estudiantes, adolescentes de edad similar a la protagonista, persiguen colocarlos frente a un espejo. Alba podría ser cualquiera de ellos. En gran medida, los conflictos que plantea la generación de Alba son similares.

Los resultados del cuestionario sorprenden al autor, pues percibe que el libro sirvió de autoayuda en alguna ocasión y que el lector, imbuido en la lectura, logró sentirse asfixiado, empatizando con el problema de Alba y entendió la resolución del conflicto como una posible salida a los suyos propios.

Cuando se les preguntó qué harían si se encontraran en una situación similar, casi el 70% afirmó que probaría a experimentar con la vida, rompiendo rutinas y haciendo actividades diferentes o introduciendo pequeños cambios vitales.

Atrapada en el tiempo tiene una valoración positiva de los lectores y el cuestionario refleja que es un libro útil para los adolescentes.

Taller literario

Opinión de los lectores: Las aventuras de Sebastián, 2º episodio (Los muchachos de la calle Malaya)

¿Dónde se vive mejor, en un pueblo o en una ciudad?

Sigo compartiendo con los lectores los resultados de las encuesta que propongo en las escuelas donde el libro sirve como lectura para el alumnado.

Avanzamos otro escalón en Las aventuras de Sebastián para llegar al segundo episodio, Los muchachos de la calle Malaya, y adelanto que la gran mayoría de los lectores apuesta por la vida de pueblo antes que crecer en una ciudad.

Casi el 70% de los lectores han tenido curiosidad por el nombre de la calle donde viven. Es un detalle que me sorprende, porque creí que a los niños el nombre de su calle no les suscitaba ningún interés. ¿Habrá sido la lectura de Las aventuras de Sebastián el motor de arranque?

Sin embargo, no consideran la calle un lugar seguro para jugar, como lo fue para los protagonistas de la obra. Ha habido un cambio generacional que representa la siguiente gráfica:

Muchos lectores valoran la libertad, el tiempo libre, aprender en la naturaleza, el juego interactivo y el ejercicio físico de los entornos rurales, tal y como reflejan en sus opiniones. Tal la lectura influya en el pensamiento. Trataré de averiguarlo en cada encuentro con los lectores.

La valoración general del episodio Los muchachos de la calle Malaya también obtiene una valoración cercana al 90%.

Opinión de los lectores: Las aventuras de Sebastián, 1er episodio (El secreto de Sebastián)

¿Le resulta intrigante a los lectores El secreto de Sebastián?

Como parte de las actividades preparatorias del taller literario, propongo al lector completar un breve cuestionario y me gustaría compartir con ellos los resultados después de más de cien respuestas recopiladas.

Una gran mayoría se ha sentido intrigada por descubrir cuál sería el secreto de Sebastián y un 60% admitió que la jornada escolar del protagonista habría sido igual de rutinaria que cualquier otra.

Por fortuna, los lectores han aprendido muy bien cuál es la actividad principal de Carmelo, alias Caramelo, y seguramente nunca más lo olvidarán.

Los maestros de Lengua Castellana y Literatura pueden estar tranquilos cuando hacen actividades de dictado en clase. A una gran mayoría de su alumnado, más del 70%, les gusta o no les importa hacer dictados en clase como actividad de aprendizaje.

Definitivamente, que el director o directora del colegio te llame para regañarte no le gusta casi a la totalidad del alumnado.

Estoy muy agradecido por la valoración que han hecho los lectores de El secreto de Sebastián. Un 88% la considera buena o muy buena.

Creación del personaje 2

Atrapada en el tiempo
Cubierta de Atrapada en el tiempo

En la última publicación del 1 de febrero abordé algunas cuestiones acerca de la creación del personaje y qué consecuencias tiene su buena hechura. De ello puede depender que  trascienda a su propio creador incluso.

Para mi segunda novela corta, Atrapada en el tiempo, di a luz a Alba, una adolescente que de manera involuntaria y arbitraria despierta el mismo día, un lunes a principios del curso escolar.

Quería empujarla a una transformación de su visión del mundo para que apreciara el lado positivo de la vida que le esperaba.

Al inicio de la historia, Alba elige actitudes moralmente reprobables por acciones impulsivas. Por otra parte, la personalidad introvertida de la joven hace que se sienta inferior e incapaz de expresar sus sentimientos amorosos. Por si fuera poco, le añadí algunos obstáculos en su vida familiar. Con este cóctel pretendía que el personaje sintiera una presión que la empujara a realizar cambios para comprender cómo podía modificar «los detalles» de su vida. Pequeñas transformaciones, que, sumadas, la llevarían a otra percepción de su propia realidad.

El tiempo la encerró en una espiral rutinaria por la que la protagonista debía moverse para evolucionar. La elección consciente de una u otra acción tienen repercusiones en su historia y además, debe abordar consecuencias inesperadas que la obligan a hacer nuevas elecciones, lo que a la vez la conducen a nuevas consecuencias.

En definitiva, nuestros personajes tienen que tener tintes de realismo, acciones y consecuencias, toma de decisiones y nuevas consecuencias, conflictos y una resolución final.

Voy a desvelar un secreto

Voy a desvelar un secreto. La primera pregunta que hacen los vecinos de San Juan de la Rambla es por qué elegí Sebastián como nombre para el protagonista de esta obra…

Pues bien, aquí va la historia.

Las Aventuras de Sebastián

En el curso 1983 estudiaba el bachillerato en el instituto Lucas Martín Espino de Icod de los Vinos. Tuve muy buenos amigos, diría que el ambiente era óptimo para aprender (y espero que siga siendo igual). Pero como no podemos abarcar a todas las personas en nuestros corazones, por razones de espacio y tiempo, Sebastián y Óscar fueron dos de eso que denominamos «mejores amigos». En general, compañeros con los que pasas más tiempo, te ríes más, compartes mucho, escuchas con atención, te comprenden con solo verte la cara…

Poco después, me leí el primer libro del autor alemán Michael Andreas Helmuth Ende, La historia interminable, uno de los relatos que me marcó como lector. Su protagonista, Bastian Baltasar Bux, fue todo un «influencer», como dirían ahora mis alumnos. Creo que sentí mucha empatía con aquel niño, refugiado y oculto en su escuela, inmerso, casi sin querer, en múltiples aventuras en el momento que logró dar el salto y ayudar a Atreyu.

Tal vez, en mi subconsciente hubiera algún rastro de esa amistad y sumando a Sebastián con Bastian hice una media que arrojó como resultado Se+bastián, o lo que es lo mismo, Sebastián.